Único, exótico e irreconocible son los tres adjetivos que definen al Azawakh, el galgo africano que acompaña a las tribus nómadas del desierto del Sáhara desde tiempos inmemoriales. Y en el momento en que mencionamos inmemorial, lo hacemos con pleno empleo de la palabra, ya que esta raza tiene el honor de ser considerada por los especialistas como entre las mucho más viejas conocidas por el hombre.
Pese a su extendida historia, su viaje hacia Occidente no hizo mucho más que comenzar. El galgo africano aún no se ha extendido fuera de su país de origen y donde desee que vaya crea admiración con su figura vigorosa y su actitud sin dependencia.
Adiestrando a un Azawakh
(Fotografía vía: dogbreedinfo)
Carácter del Azawakh
Esta raza de cazadores no está caracterizada solo por ser capaz y ser con la capacidad de lograr grandes velocidades (¡hasta 60 km/h!) mientras que corre, pero también por ser cariñoso y muy leal a sus amos sosteniendo su independencia. Son perros con un enorme sentido de la dignidad y el orgullo y pueden de verse instintivamente reservados con los extraños, sin olvidar que son perros guardianes. No obstante, en el momento en que se establece la seguridad, socializan bien con otra gente y otros animales.
Cabeza: fina, achatada y extendida.
Historia y origen del Azawakh
El Azawakh es una raza de perro de caza originaria de la zona africana del Sahel, una franja de tierra parcialmente fértil en el instante al sur del Sahara, que se prolonga desde Mauritania en el oeste hasta Sudán en el este.
El Azawakh fué usado desde hace tiempo como animal guardián y perro de caza por varios pueblos de la zona. Más allá de que es afín en fachada a otras razas de bulldog, como el galgo, la prueba genética y también histórica recomienda que este animal está considerablemente más relacionado con el basenji africano.
Cabeza
De la misma el resto del cuerpo, la cabeza de este galgo africano tiene una manera delgada y alargada. Esto contribuye aún mucho más presencia y distinción a la raza, aparte de haberse transformado en un factor definitorio.
Estos cánidos tienen cuellos largos y delgados, más allá de que se pueden de ver en aspecto. En el hocico resalta el hocico del mismo modo alargado y sutilmente recto, formando una fina línea que se marcha estrechando hacia la trufa, que es de color negro.