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Qué perros le gusta a la reina Isabel

La reina Isabel II siempre y en todo momento ha amado a los animales y sus amados corgis se han vuelto prácticamente tan icónicos como ella.

Índice

La reina Isabel es su mayor seguidor

Aunque el corgi tiene bastantes amantes y seguidores conocidos, ninguno iguala a la mayor seguidor de siempre: la reina Isabel II. Su amor por estos animales se remonta a su niñez, en el momento en que el rey Jorge VI y la reina Isabel, la reina madre, eran dueños de corgis. La reina Isabel II tuvo más de 30 corgis desde el momento en que era pequeña, y son tan icónicos que son el tema de la película animada, The Queen’s Corgis.

Según los estándares de la raza, los corgis de Pembroke no deberían tener cola. Aunque varios nacen sin cola, la mayor parte de los perros chiquitos tienen ese aspecto de cola amputada. Desde 2006, el corte de cola está contraindicado en el Reino Unido, Australia y la mayoría de Europa. La práctica también está prohibida.

Aunque la reina siempre y en todo momento se ha caracterizado por tener múltiples corgis, también tuvo otros perros de distintas razas, como el teckel y una mezcla de los 2. Tras su muerte el ocho de septiembre, el monarca dejó cuatro perros: dos corgis, un dorgi -mezcla de corgi y salchicha- y un cocker spaniel. Jusqu’à présent, on sait que le prince Andrew et son ex–femme Sarah Ferguson s’occuperont de Muick et Sandy qui vivront avec eux à Windsor, la maison où ils vivent malgré leur séparation – ces chiots étaient un cadeau à la reine après el duque. Edimburgo-muerte; aunque el monarca se resistió a tener más, ya que no deseaba que le sobrevivieran, decidió hacerlos una parte de la familia.

AMOR POR LOS CORGIS

La reina Isabel desarrolló un amor por esta raza en el momento en que a los 18 años su padre le obsequió su primer corgi, Susan, cuya descendencia duró 14 generaciones y se transformó en su leal compañera, aun a lo largo de la luna de miel de la monarca en 1947.

La reina tuvo decenas y decenas de corgis durante su historia, pasaba los últimos días de la semana con ellos en Windsor, los animales vivían en pisos privados, los nutría y gozaba paseándolos.