En el momento en que hablamos de un perro criollo o mestizo, hablamos a perros que no tienen peculiaridades de pura raza, ni tienen un estándar definido frente a las entidades oficiales. Su tamaño es variable, pueden de ser perros grandes o pequeños, con peculiaridades de múltiples razas al unísono.
El precaución de estos es como todos, tienen que tener controles veterinarios, calendario de vacunación terminado y cada día, desparasitaciones periódicas y atención veterinaria si es requisito. Varias personas suponen que si un perro no está «criado», no requiere un alimento de calidad, lo que es un mito. Todos y cada uno de los perros, con independencia de su raza, necesitan ser alimentados con modelos de increíble calidad.
Lo que tienes que saber antes de adoptar un cachorro criollo
Aunque parezca extraño, la iniciativa de que un perro criollo pequeño logre tener una mayor promesa de vida que un perro de pura raza se apoya en la genética. Y sucede que, al tener unas peculiaridades ciertas por un ambiente natural variable, estos peludos amigos tienen una constitución que les deja amoldarse a las condiciones de cualquier ambiente, se enferman menos y tienen una mayor aptitud de restauración.
En consecuencia, la promesa de vida de un cachorro criollo llega a los 12 años de media, logrando alargarse hasta cinco años más si ha recibido la atención, el cariño, la buena nutrición y los cuidados precisos.
peludos sin pedigrí, animales únicos
La gran virtud que tienen los peludos mestizos es que no fue el hombre, sino más bien la naturaleza, la que ha preciso sus condiciones.
Al no formar parte a ninguna raza específicamente, tienen una carga genética de selección natural que -en términos biológicos- los hace más amoldados y acomodables al medio generalmente.
Perros de pura raza: virtudes y desventajas de obtener
La importante desventaja de obtener perros de pura raza es que podríamos estar conservando un inconveniente. En los viveros se pueden de ofrecer ocasiones de castigo animal, puesto que varios perros están premeditados únicamente a la reproducción (Lascano, 2020). O sea, hay perras que experimentan un embarazo tras otro, con el consiguiente deterioro físico que ello acarrea.