Hace seis años no me imaginaba “pegada a la vivienda” pues allí vivía alguien… encerrada, aguardando a que la sacara. No obstante, no me imagino sin ese ser peludo que no es tan meloso como me agradaría pero que es, indudablemente, mi pequeña compañera. En este momento es compañera de la pandemia, pero también de paseos por la tarde; merced a ella he apreciado más la naturaleza, las calles de mi vecindario y he popular gente excepcional. Mi perrita es de las mejores cosas que me pasó en mi vida y solo puedo sugerir que todos tengan un perro.
Ya que el 21 de julio es el Día Mundial del Perro, me ha parecedo pertinente regalarte estas medites para que tú, si aún no te has decidido, te abras a la oportunidad de este modo de vida. Es fantástico, pero también trae responsabilidades.
Has tomado de las mejores decisiones de tu vida: compartirla con un perro.
Y sabes que te aguardan cosas increíbles e instantes juntos llenos de cariño e inocencia, pero seguramente, tras un tiempo juntos, descubrirás novedosas ocasiones en tu vida que no aguardabas, ¡pero te encantan! ¿Te reconoces en alguna?
- Llegar a casa es una doble alegría: no solo el trabajo terminó sino más bien también por cómo te recibe tu mascota. Saltos, lengüetazos y una pelota que afirma «¿en este momento jugamos?».
- Los más destacados proyectos tienen un contrincante al que vencer: sacar a pasear a tu perro. Andas en una comida con amigos pasándolo realmente bien, pero sabes que te están aguardando en el hogar y no inquietudes en finalizar temprano la diversión para realizar tus «obligaciones» y sacarlo a pasear. Y en el fondo, sabes que ese es el más destacable plan de todos.
- No mucha más privacidad: el baño ha podido ser tu santuario, pero eso acabó en el momento en que tuviste un peludo. ¡Pero nada pasa! En el final, te resulta entrañable ver su hocico asomar en la cortina de la ducha o que te espere en la puerta para salir.
- Redecorarás día a día: así sea para que no coja esas zapatillas molonas, para que las galletas no estén a su alcance o, más que nada, para que no se haga daño o algún elemento de la vivienda pone en riesgo tu salud. ¡Y es posible que aun aprendas a realizar tú mismo ideando novedosas maneras de ordenar las cosas!
- 3 no son multitud: pensabas que tu pareja era la mejor compañera de vida, hasta el momento en que llegó tu mascota. Seguramente más de uno ha escuchado el «¿tú lo amas más?». Pero, de todos modos, el cariño que los dos sentiréis por tu animal va a ser la clave para formar una auténtica familia.